Longitud total: 280 mm. Sexos iguales. Pico negro; iris pardo oscuro; plumaje enteramente negro con algo de brillo. Patas negras. La hembra tiene las plumas tenuemente marginadas de pardo. Los jóvenes de uno y otro sexo son de tonalidades parduscas más marcadas en los márgenes de las plumas del dorso y alas. Peso promedio: 110 g. Por su coloración, tamaño y costumbres es fácil de identificar. Habita en campos arbolados abiertos, bordes de bosques y faldeos de montaña con vegetación principalmente f o rmada por Ñire (Nothophagus antarctica), y en las zonas del ecotono; casi siempre anda en grupos, a veces de 30 o más individuos, que recorren el suelo en busca de semillas e insectos y sus gusanos; también comen una variada gama de frutas. Mientras el grupo se alimenta, un vigía monta guardia en alguna rama expuesta y, ante cualquier peligro, emite un grito de alarma que pone en alerta a la bandada.

Es de comportamiento manso y en invierno recorre las plantaciones, principalmente de frutales, en cercanías de las viviendas humanas; excelente cantor, canta solo o en compañía de dos o tres individuos posados en las ramas más altas y expuestas de algún árbol, es frecuente oírlo en invierno y sus notas variadas anuncian temporales de nieve en forma casi segura. Durante los meses cálidos prefiere los lugares altos de las montañas y en invierno baja a los valles, aunque algunas parejas se pueden ver durante todo el año a cualquier altitud. Nidifica en la espesura, construye el nido de pajas y barro, bastante grande, y lo ubica a poca altura; pone hasta 6 huevos de color celeste con escasas máculas oscuras. Su distribución abarca la zona andina y preandina; desde Neuquén hasta el sur de Santa Cruz, la raza Curaeus c. curaeus; en Tierra del Fuego, la raza Curaeus c. reynoldsi.

Fuente: Manual Ilustrado de las Aves de la Patagonia
Gentileza Familia Kovacs